Los Miembros Perturbadores

NUESTRA OPINION SOBRE LOS PERTURBADORES


¿Cuándo el bienestar común desaparezca por causa de un perturbador, este puede ser sacado del grupo?


¿A quién debe proteger el grupo?,

¿Al miembro que quiere recuperarse o al perturbador que quiere practicar la enfermedad dentro de N/A?

Algunos opinan y defienden la idea de que ambos tienen iguales derechos.

Agregan que nadie puede ser expulsado ni obligado a obedecer una orden y que todos tienen derecho a pensar, hablar y obrar como mejor les parezca.

Al invocar literalmente tales principios sin considerar su espíritu, se están justificando los abusos de los perturbadores que tienen un concepto equivocado de lo que es la tolerancia. Creen que es la obligación de aguantarlos tal como son.

Apoyándose en esta idea, se empeñan en poner a prueba la tolerancia de los demás miembros insultándolos, desafiándolos desde tribuna o perturbando de tal manera las sesiones, que hacen imposible su aprovechamiento.

Estos abusos, por supuesto, deben ser detenidos. En N/A. no le permitiremos a ninguna persona practicar su enfermedad con nosotros. Si quiere consentirla puede hacerlo a su manera en algún otro lugar.

N/A es constructiva y nosotros buscamos ayudar a las personas enfermas a recuperarse y resolver sus problemas, no a estar enfermas y consentirlas.

Cuando nos toque enfrentar problemas de esta naturaleza, debemos tener presente que las Tradiciones nacieron del esfuerzo por asegurar la participación y recuperación de quienes acuden a N/A en busca de ayuda, garantizando a la vez la supervivencia del grupo como instrumento de recuperación.

En consecuencia, las Tradiciones no pueden dejar indefenso al grupo y al miembro, frente a los esfuerzos destructivos del perturbador.


COMO ENFRENTAR LOS PROBLEMAS DE 

PERTURBADORES

Las opiniones que damos a continuación han sido extraídas de las experiencias de 

algunos grupos que han ensayado con éxito estos métodos.

Posiblemente algunos miembros tengan mejores criterios. Seguros de ello, los escucharíamos con interés y los daríamos a conocer por este mismo medio.

¿Cómo actuar frente a un perturbador?

Delegar a dos miembros del grupo o de la Junta de Servicio para hablar con él, en privado, exponiéndole el deseo del grupo de una actitud menos hostil y más armoniosa con el propósito de las reuniones. Los servidores pueden, previo acuerdo del grupo, negarle la tribuna al miembro que usa este derecho para atropellar emocionalmente a los presentes y cuya hostilidad crea desarmonía en el grupo.

Si asalta la tribuna y comienza a crear perturbación puede el grupo abandonar el local y retornar cuando haya depuesto su actitud hostil. Cerrar una sesión es una medida que únicamente debe tomarse cuando la perturbación sea tan grave que haga imposible su continuación. Es recomendable consultar antes a la conciencia del grupo.

En el supuesto de que una perturbación sea tan grave que haga imposible el a aprovechamiento de la sesión se invitará a salir al o a los perturbadores.


Si no abandonan el local y continúan perturbando se les puede sacar del grupo.

Tal es el caso de dos o más miembros discutiendo en voz alta o riñendo durante la  sesión, el de una persona con un ataque de histeria, o un ebrio escandalizando, etc.

Hacemos un alto para examinar la opinión de quienes sostienen que no se puede sacar del grupo a ningún miembro.

Apoyan este criterio en el principio de que nadie puede ser expulsado de N/A.

Al respecto conviene aclarar que cuando al perturbador se le saca del local del grupo, se le invita a volver cuando esté menos perturbado.

No se le niega el derecho de participación. Puede retomar cuando así lo desee y esté dispuesto a participar con espíritu de unidad. Siempre será bienvenido y tendrá los mismos derechos y oportunidades que los demás miembros.

Expulsarlo en cambio, sería “desterrarlo” del grupo; es decir, negarle el derecho de retornar.

La conclusión es esta: cuando el bienestar común desaparezca por causa de un perturbador, este puede ser sacado del grupo, pero no se le puede desterrar del mismo.

Es decir, no se le debe, ni se le puede negar el derecho de retornar cuando esté menos perturbado, más bien, debe invitársele a hacerlo.

Es importante destacar que las perturbaciones pueden prevenirse recordando día a día, mediante breves lecturas charlas y reuniones de estudio, los principios básicos de N/A expuestos en el “Folleto Informativo”, en “El Patrimonio de N/A” y en “Las Doce Tradiciones”, pues la experiencia ha demostrado que un grupo bien informado, es un grupo feliz.


Publicado en TRIBU’NA № 15


Para ampliar este tema consultar:

  • La Primera Tradición Ilustrada.
  • Las Cartas de Grover, pág. 61 
  • Cartas de Grover pág. 133 ¿Que tan importante es la Unidad?
  • Delineamiento pág. 35 Juntas Cerradas.
  • Patrimonio №23 
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